lunas de queso, caminos de leche, y el planeta chocolate

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Todo y nada.

Friday, May 26, 2006

Altitud y Latitud

La mayoría suele pensar que en las alturas se encuentra la divinidad he de suponer que no es a 2400 metros, existe el olvido, y lo que se pensó que estando arriba me tocaría Dios no es así, estoy en el otro punto a caso?, a 2400 metros me cuesta trabajo respirar y temo por mi rimel, En que parte de la punta estoy, que no veo, ¿estaré ciega? Busco mi cuerda no está, y ¿mi estrella? ¿quién se la llevó? ¿pensé que la tocaría o acaso él la tiró? Entre océanos quiero crear puentes, ¿acaso hay un faro? ¿en dónde estoy? Mis manos están heladas y mi brújula la he metido en una estrella, pero no la encuentro.
Si pudiera verter lo que hay en mis periferias y separar el bien y el mal, pero eso no ocurre en esta altitud, ni latitud, ni dimensión.
Algo se muestra temo lastimarlo, temo matarlo, pero me aferro a ese titileo mientras respiro profundo y calmado.

Wednesday, May 10, 2006

Algo que no se puede negar

Que sería de la vida sin ese sentimiento primordial, esa sansación que te hace buscar y te hace sentir que sigues con vida, talvez se puede pensar o hasta confundir con en ese sentimiento un tanto utópico denominado amor, pero hasta el amor necesita de éste, y es que la vida sin el dolor y el sufrimiento, sería nada, extrañamente el ser humano está ligado a este desde el nacimiento, por mas extraño que resulte es nuestra guía en esta vida, es mas si la aprovechas y manipulas al máximo te da una imagen como el de bondad y divinidad, existen diferentes santos que su carrera de santidad dependen del sufrimiento y dolor que hubo durante su vida, y es tan importante que la religión no existiría sin el éste, es tanta la necesidad del dolor que para sentir la gloria debes experimentar el dolor, si no lo haces es como si no hubiese existido, que sería una guerra sin batalla, tan solo recuerden a esos heroes, son heroes por el apogeo de su sufrimiento.
La vida de la medicina no sería la misma sin el dolor no existiría el fantástico dolac, ni la morfina, ni la misma medicina, nadie sufriría por sus dolencia corporales o mentales. En las artes no habría dolor que mostrarm y nada que experimentar, ni pecado que confesar.
Pero no todo es alegria con el sufrimiento los que gozan de este y sacan ventaja bajo una sotana no angelical, son altamente juzgados por la sociedad.
Ahora solo es cuestión de investigar que dolor te gusta experimentar, no se puede negar, somos humanos y en nuestra naturaleza existe el amor y necesidad a este